domingo, 21 de agosto de 2016

Estudios de Gabinete


En muchas ocasiones, un adecuado diagnóstico médico necesita ser apoyado por estudios que no están relacionados con el análisis de muestras biológicas del cuerpo de los pacientes, sino con imágenes o el monitoreo y registro del funcionamiento ciertos órganos o sistemas. Para tal objeto, es necesario el uso de equipos especializados con los que se obtienen diversas informaciones en diferentes formatos, como imágenes o diagramas que, posteriormente deben ser interpretados por un médico especialista.

Radiografías 

La radiografía dental es una técnica de diagnóstico fundamental para los odontólogos ya que permite una detección rápida y eficaz de los posibles problemas que el paciente pueda tener en la boca, evitando así retrasos innecesarios en la diagnosis o tratamientos erróneos por un diagnóstico equivocado.

  • Radiografía dental interproximal: Es la radiografía más utilizada por los odontólogos ya que se utiliza para las zonas de unión entre los dientes, generalmente para la zona entre los premolares y los molares, de difícil acceso visual. Con esta radiografía el odontólogo puede determinar si existen caries en estas zonas o no, y los expertos consideran que debería de tomarse con periodicidad de un año para facilitar así la detección temprana de las caries.
  • Radiografía dental periapical: Esta radiografía es más concreta de una zona determinada de la boca para poder evaluar el estado de dos o tres dientes. Es una radiografía que se toma hasta la raíz y el odontólogo consigue hacerse una idea efectiva y certera de la situación global del diente.
  • Ortopantomografia: Como su propio nombre indica se trata de una radiografía general de la boca del paciente para tener una idea de conjunto del estado global de la mandíbula y de los dientes, detectando posibles estructuras ocultas, como por ejemplo, muelas de juicio a medio salir.
  • Radiografía dental Lateral: Es una radiografía menos utilizada cuya función es evaluar la relación entre las mandíbulas y el cráneo, al igual que las posibles desviaciones de la mordida.


Modelos de estudio


 con el fin de conocer cuál es la condición del paciente, e identificar los problemas que deben corregirse respecto a la colocación de sus dientes. A partir de ello se estudia cuáles métodos son eficaces para resolver las anomalías que presente. Para llevar a cabo esta tarea, el ortodoncista solicita la realización del algunas pruebas, como una radiografía y también un modelo de estudio. Conoce en qué consiste y para qué sirve en la consulta ortodoncia.
Con el modelo de estudio, el especialista está en capacidad de identificar todos los aspectos necesarios no solo para hacer el diagnóstico, sino para fijar los diferentes aspectos del tratamiento de ortodoncia que se llevará a cabo. Así, a partir del modelo de estudio puede observarse si hay alguna alteración en el tamaño de los dientes, la forma, los espacios entre ellos, cuáles son las piezas faltantes, si existe alguna desviación o rotación dental, etc.

 

Examenes de laboratorio

Las pruebas de laboratorio examinan muestras de sangre, orina o tejidos corporales. Un técnico o el médico analizan las muestras para determinar si los resultados están dentro de los límites normales. Los análisis usan un rango de valores porque lo que se considera normal varía de una persona a otra.


QUIMICA  SANGUINEA

ES LA MEDICION Y  REPORTE  DE LOS  COMPONETES  QUÍMICOS  DE LA  SANGRE, Existen químicas sanguíneas de 5, 6, 12, 24 y la más completa de 27 elementos

Biometría Hemática

También llamada hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC), esta prueba común ofrece información detallada sobre tres tipos de células presentes en la sangre: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
 Otros indicadores típicamente evaluados en una biometría hemática son los valores de hematocrito, que es el porcentaje de glóbulos rojos en relación con el volumen sanguíneo total; y el de hemoglobina, proteína que da su color característico a dichos glóbulos y permite el traslado de oxígeno a los tejidos, así como de dióxido de carbono hacia los pulmones para su posterior expulsión.
Así, la información obtenida al estudiar los componentes de la sangre proporciona al profesional de salud idea confiable del estado general de salud del paciente.
Los conteos o mediciones básicas que contempla un hemograma son:
·         Número de glóbulos rojos (eritrocitos). Se miden en células por microlitro (células/mcl) de sangre, y la cifra normal oscila entre 4.2 a 5.4 millones de células/mcl en mujeres, y 4.7 a 6.1 millones de células/mcL en hombres.
·         Número de glóbulos blancos (leucocitos). Su unidad también son las células/mcl, siendo habitual el índice entre 4,500 y 10,000 células/mcl.
·         Conteo de plaquetas. Se registra en unidades por microlitro de sangre (u/mcl), resultando ideales 150,000 a 400,000 u/mcl.
·         Valor de hemoglobina (Hb). Se valora en gramos por decilitro (g/dl), considerándose normales las cifras 12.1 a 15.1 gm/dl para mujeres, y 13.8 a 17.2 gm/dl para hombres.
·         Valor de hematocrito (Ht). Su conteo es en porcentajes (%), tomándose como ideales 36.1 a 44.3% en mujeres, y 40.7 a 50.3% en hombres.
Es relativamente común que al analizar los componentes de la sangre se contemplen también los llamados índices eritrocíticos:
·         Volumen corpuscular medio (VCM). Indica el tamaño promedio de los glóbulos rojos, expresado en femtolitros (fl).
·         Hemoglobina corpuscular media (HCM). Es la cantidad de hemoglobina por glóbulo rojo, y se da en picogramos por célula (pg/cel).
·         Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM). Revela la cantidad de hemoglobina relativa al tamaño de la célula (concentración de hemoglobina), en gramos por decilitro (g/dl).
Por otra parte, hay ocasiones en que durante una biometría hemática se realiza conteo de glóbulos blancos desglosado en sus cinco grupos principales, todos ellos valorados en células por microlitro (células/mcl):
  • ·         Basófilos.
  • ·         Eosinófilos.
  • ·         Linfocitos (células T y células B).
  • ·         Monocitos.
  • ·         Neutrófilos.

 

Examen general de orina.

La evaluación física, química y microscópica de la orina (fluido amarillento, de olor característico, que es secretado por los riñones y eliminado por el aparato urinario) permite detectar y medir la presencia de diversos compuestos que, a su vez, reflejan el estado de salud del individuo.
Gracias al examen general de orina es posible encontrar microorganismos infecciosos y sustancias tóxicas, pero también se puede evaluar el funcionamiento renal (de los riñones), nivel de glucosa (azúcar) y otros problemas del metabolismo (procesos fisicoquímicos que realiza el organismo para obtener energía y mantener adecuado desempeño).
En esta prueba se revisan aspectos como los son:
  • ·         Color, olor y aspecto físico. Este apartado hace referencia a la apariencia que tiene el fluido, es decir, se puntualiza si es pálido, amarillo claro u oscuro, o bien, si es translúcido o turbio, y cuál es su aroma. Estas apreciaciones se complementan con una prueba de gravedad específica para saber qué tan diluida o concentrada está la orina.
  • ·         Apariencia microscópica. La muestra de orina se examina bajo un microscopio para buscar células, cristales urinarios, mucosidad y otras sustancias, así como para identificar bacterias o microorganismos que pudieran estar presentes.
  • ·         Apariencia química. Se evalúan sustancias posiblemente contenidas en la orina con ayuda de tiras especiales (reactivas), las cuales tienen pequeñas almohadillas de químicos que cambian de color cuando entran en contacto con los compuestos que interesa analizar.

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